GOBIERNO RECETARA ALZA Y DEUDA
NOTICIAS LEON / NACIONALES
Los nicaragüenses deberán estar preparados para comenzar a pagar más por el servicio de la energía eléctrica entre el 15 de enero y el primero de febrero próximo.
En una de esas dos fechas estaría siendo aplicado el nuevo incremento en la tarifa energética. Aún no hay un porcentaje final, pero las negociaciones que tiene el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) con el Gobierno apuntan que podría ser máximo el 10 por ciento.
Pero ese incremento no será suficiente para mantener estable la compra de generación y distribución de energía eléctrica, pues se enfrentará un “hueco” financiero porque el alza de la tarifa oficialmente debería ser del 21 por ciento.
José Adán Aguerri, presidente del Cosep, informó a NOTICIAS LEON que debido a que ese 21 por ciento “es insostenible” para las empresas como para el consumidor domiciliar, será necesario mantener el subsidio para cubrir el déficit tarifario y evitar ver afectada la normalidad del servicio.
“La posición del sector privado es que ese incremento del 21 por ciento nos deja fuera de competitividad como país”, afirma Aguerri.
Aguerri explica que se negocia con el Gobierno que asuma una “mezcla” de acciones donde haya alza y subsidio que igual debe definirse si será general o ampliado hasta los consumidores de menos de 300 kilovatio-hora al mes.
De acuerdo con el Cosep, los cálculos dan que el “hueco” a cubrir en la factura de generación eléctrica sería entre 50 y 100 millones de dólares. Aguerri dice que para cubrirlo el Gobierno debe asumir un nuevo préstamo, ya sea con Alba-Caruna u otra fuente de financiamiento externo.
Agregó que en esta ocasión las condiciones del crédito no serían concesionales, pues obligatoriamente el país tendrá que pagar intereses. Recordó que los 105 millones de dólares que dio Alba-Caruna para cubrir el subsidio generalizado desde 2011 se pagarán sin intereses.
Por su parte Mario Amador, presidente de la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin), dijo que se descarta que el porcentaje del alza sea gradual, por lo que ya están claros que “será un solo golpe”.
Advierte que el impacto será un encarecimiento de los productos de consumo y los servicios. Pero además el temor es que haya desempleo, pues las empresas deberán revisar sus estructuras para saber “dónde van a recortar para enfrentar el costo”.
Mientras el viceministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, reconoce que el alza en la tarifa “es una posibilidad real dado que los precios del petróleo se mantienen cerca de cien dólares (el barril)”.
Acosta acepta que el panorama no es favorable ya que el crudo podría encarecer más al sumarse a los problemas de las economías europeas y de Estados Unidos la amenaza bélica de Irán. Esos efectos se sintieron, pues este martes el barril de petróleo cerró en 102.96 dólares en el New York Mercantile Exchange, con una fuerte alza de 4.13 dólares.
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