ATROZ CRIMEN EN CHINANDEGA

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Una herida de diez centímetros arriba del pubis de su víctima y una carta confesando el crimen, son las pruebas de la salvajada que la enfermera Glenda Patricia Bordas Varela, de 34 años, cometió por celos en contra de su pareja Frannia Isolda Valle Gómez, de 20 años.

La Policía reveló este jueves que aparentemente Glenda Patricia, quien laboraba como enfermera del centro de salud de Somotillo, le abrió el vientre a Frania para sacarle la criatura de tres meses de gestación que llevaba en sus entrañas producto de otra relación.

De acuerdo al dictamen del forense, la joven Frania murió luego de ser estrangulada por Glenda Patricia con quien tenía una vieja relación de pareja.

La asesina escribió en una nota que dejó a orillas del cadáver, que cometió el crimen porque Frania la engañó y que tal y como lo hizo con ella, asimismo engañaría a cualquier otra persona.

Más debajo de su escrito, la mujer pidió perdón a su hijo por el crimen que cometió y dijo que tal vez este jueves fuera encontrado su cadáver porque se iba dispuesta a morir para que aquí se acabe todo, pero a las 4 y 10 minutos de la tarde fue capturada en la frontera del Guasaule.

La Policía informó que el cuerpo sin vida de la joven Frania fue encontrado por Francisco Bordas, hijo de la presunta asesina Glenda Patricia Bordas, en el edificio número 12 de la colonia Ayapal, en Chinandega, a donde fue enviado por su abuelita Francisca Esmeralda Abad Dubón.

El muchacho llegó a la casa para cerrar la llave del chorro, apagar las luces y un equipo de sonido que Glenda Patricia dejó encendido desde la una de la tarde, luego de matar a su pareja tras sostener una violenta discusión que se oyó en el vecindario.

El cadáver de Frania Isolda Valle fue entregado a su progenitor Nicolás Valle, mientras que las autoridades pondrán a Glenda Patricia a la orden de la Fiscalía para que sea procesada por el delito de asesinato.