ZARAGOZA Y LEÓN FORTALECEN LOS VINCULOS DE AMISTAD Y COOPERACION

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El Ayuntamiento de Zaragoza ha celebrado hoy el décimo aniversario del hermanamiento con la ciudad nicaragüense de León con un acto que ha servido para recordar los vínculos y las relaciones entre las dos ciudades.

El acto, presidido por el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, ha contado con la presencia del rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López, y el presidente de Ecología y Desarrollo, Víctor Viñuales.

En estos diez años de vida del hermanamiento, en Zaragoza han participado alrededor de 300 voluntarios para hacer realidad las iniciativas de cooperación, divulgación y sensibilización de los proyectos de hermanamiento, que han llegado a 3.500 personas, informa el Ayuntamiento en una nota de prensa.

Además, el 75% de la plantilla de trabajadores municipales colabora con la ciudad de León a través de la iniciativa Céntimos Solidarios.

El pleno del Ayuntamiento de Zaragoza aprobó por unanimidad en 2002 el hermanamiento con León (Nicaragua) con el objetivo fortalecer las iniciativas y trabajos de cooperación que se llevaban realizando desde 1992, año en que un maremoto asoló esa zona de la costa del océano Pacífico.

Este hermanamiento propiciaba establecer en León la Casa de Zaragoza, un lugar para gestionar los recursos e iniciativas que llegaban desde la capital aragonesa y para que existiera una referencia institucional y cultural sobre el hermanamiento.

Desde entonces, un total de quince entidades y asociaciones zaragozanas han ayudado a crear infraestructuras, proyectos sociales, educativos y sanitarios, como la puesta en marcha de una red de bibliotecas, de hermanamientos escolares, la promoción de relaciones comerciales y de la educación de adultos con círculos de lectura o la construcción de la Comisaría de la Mujer y la Niñez.

La concejal de Relaciones Internacionales del Ayuntamiento de Zaragoza, Lola Ranera, ha destacado que el vínculo que se ha establecido entre las dos ciudades supera la dimensión económica y la de financiar proyectos en la ciudad nicaragüense, para “alcanzar una dimensión social y formativa, es decir, para ayudar a que se conozcan mejor los vecinos de una y otra ciudad, a que aprendan unos de otros y a que se valoren sus costumbres y cultura”.