LOBO Y ORTEGA SE REUNIERON PARA HABLAR SOBRE EL GOLFO DE FONSECA

NOTICIAS LEON / INTERNACIONALES

El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, reveló hoy que se reunió con el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, este miércoles en Managua, para dialogar sobre el conflicto en el Golfo de Fonseca.

"Ayer (miércoles) estuve en Nicaragua reunido con el presidente Ortega para hablar sobre las tensiones en el Golfo de Fonseca", cuyas aguas comparten Nicaragua, Honduras y El Salvador, indicó Lobo hoy luego de una reunión con la cúpula empresarial hondureña.

Lobo apuntó que él y Ortega acordaron que los comandantes de la Fuerza Naval de Honduras y Nicaragua se reúnan en los próximos días para "buscar los mecanismos que eviten las tensiones en el Golfo".

Lobo, Ortega y su homólogo de El Salvador, Mauricio Funes, convinieron en diciembre pasado "la actualización e implementación del protocolo de actuación de las fuerzas navales en el Golfo de Fonseca para garantizar la tranquilidad y la paz en dicha zona".

Lobo destacó que Ortega invitará a su homólogo de El Salvador para que los tres se reúnan en Nicaragua, "posiblemente la próxima semana", para tratar de nuevo sobre los límites del Golfo de Fonseca.

Honduras defiende su soberanía en el Golfo y su derecho de salida al Pacífico, además de exigir el cumplimiento del fallo de la Corte Internacional de Justicia del 11 de noviembre de 1992 que definió los límites terrestres y marítimos con El Salvador.

El Gobierno hondureño ha advertido que defenderá hasta con aviones caza F5 su derecho de salida abierta al Pacífico.

"La reunión es para construir progreso y desarrollo para nuestras comunidades en el golfo y no generar conflicto, eso no tiene ningún sentido", señaló el gobernante hondureño.

En diciembre pasado, los tres presidentes convinieron "constituir una comisión trinacional con la finalidad de mantener el Golfo de Fonseca como una zona de paz, desarrollo sostenible y seguridad".

Sin embargo, el Golfo de Fonseca ha sido escenario de tensiones políticas y conflictos entre pescadores y guardacostas de los tres países, que se acusan unos a otros de incursiones ilegales en aguas jurisdiccionales respectivas porque las aguas no están delimitadas.