MILLONES DE VENEZOLANOS PASAN JUNTO AL FÉRETRO
NOTICIAS LEON / INTERNACIONALES
Más de dos millones de venezolanos se desplazaron para dar su último adiós al presidente Hugo Chávez en su capilla ardiente, aguardando en fila hasta nueve horas este jueves, mientras siguen llegando los 22 jefes de Estado y de Gobierno esperados para el funeral del viernes.
Vestido impecablemente de traje verde olivo y corbata negra, coronado con su emblemática boina roja, Chávez, con el rostro sereno y el rigor de la muerte, yace en un ataúd de madera semiabierto, instalado en la Academia Militar, en Caracas, comprobó la AFP. El Nacional de Caracas consigna que la cola más multitudinaria ya superaba los tres kilómetros.
Una bandera venezolana cubre la caja de madera flanqueada por una guardia de honor del Ejército, la Armada, la Aviación y la Guardia Nacional. A la cabeza una gran cruz dorada. A sus pies una espada de oro, símbolo del Libertador Simón Bolívar. Una vela, a un costado, no para de titilar, describe el diario español ABC.
Ni siquiera durante la noche la fila aminoró ni cesaron las consignas que corean los chavistas, muchos de los cuales las repiten cuando llegan ante el ataúd del gobernante, donde además se persignan, se llevan la mano al corazón o la empuñan en lo alto, por lo general con los ojos llenos de lágrimas.
Los visitantes tienen que dejar en la entrada sus teléfonos celulares y está prohibido tomar fotografías. La televisión oficial muestra imágenes del féretro, sin difundir directamente en pantalla el rostro del mandatario, fallecido a los 58 años por un cáncer.
COLAS DIFERENCIADAS
En las inmediaciones de la Academia se han formado tres colas de gente --una exclusivamente para ancianos y minusválidos-- que se pierden zigzagueantes más allá del Paseo Los Próceres, donde se hacen los desfiles militares en Caracas, y que conecta con la entrada principal del edificio.
Los simpatizantes de Chávez llegaron a Caracas desde diferentes estados del país, y esperan, algunos bajo sombrillas para cubrirse del sol incandescente, hasta nueve horas para ver a su carismático líder.
Tener paciencia era hoy una condición sine qua non para poder despedir al mandatario.
Hasta ahora, no se han difundido fotografías oficiales del presidente, pero según pudo constatar Efe se encuentra vestido de militar, con boina roja, con su banda y con el collar presidencial, y el rostro maquillado.
“Está bello, está lindo, igualito, como es él, más bello todavía”, comentaron un grupo de enfermeras para quienes la larga espera de más de doce horas acabó mereciendo la pena.
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